XXXIV Sesión de Invierno 2021
“La Iglesia como proyecto de Dios”

Retos misionales actuales.

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Presentación.
Reflexionar y dialogar sobre el papel de la Ekklesía resulta un tema de absoluta pertinencia para la Teología Cristiana actual, puesto que la relevancia de la Iglesia que hoy conocemos se encuentra en un momento crucial, y obligadamente nos pide hacer un replanteamiento de los conceptos tradicionales que tenemos acerca de Ella.

Por supuesto, reconocemos que la necesidad de una re-lectura sobre la Iglesia quizá se haya acelerado por los últimos acontecimientos globales que están afectando a la humanidad; sin embargo, ya desde el último medio siglo ha comenzado una creciente y auténtica inquietud general por re-descubrir la esencia y naturaleza de la Iglesia, como una manera de revitalizar la identidad y renovar la práctica eclesial actual.

Partiendo de esta realidad, y considerando nuestro propio contexto y práctica, creemos que estamos ante una gran oportunidad para intentar encontrar nuevas respuestas a las mismas dos preguntas históricas básicas: ¿Qué es la ekklesía?  Y ¿Cuál es su papel en el contexto social?
 

Justificación.
Sin duda, los acontecimientos globales actuales han trastornado todo nuestro habitual ritmo de vida; y las circunstancias generales que hoy prevalecen han impactado todos los órdenes de la vida social, incluyendo los aspectos del ámbito religioso.

Y justamente por eso, a la Iglesia se le presenta la oportunidad de ejecutar un papel digno de su competencia, pues creemos que puede darse una relevancia mucho mas notable de su actuar frente a la realidad que hoy se vive en el mundo.

Pero antes de los proyectos, los planes y las estrategias, la Iglesia debe revisarse a sí misma, y quizá hasta debe volver sobre sus pasos para encontrar los orígenes de su naturaleza, de su esencia y de su misión.

Mirar hacia atrás tiene la utilidad de ver qué es lo que nos ha formado y por qué hoy somos la Iglesia que somos. Solamente así podemos visualizar si requerimos cambios o si debemos reorientar el rumbo; por supuesto, a la luz de la Palabra, pero también a la luz de nuestra propia historia como una comunidad que aspira a constituirse en auténticos seguidores de Jesús y sus enseñanzas.

Es probable que una revisión honesta cause un cierto resquemor, pero si tal ocurriera, entonces sabremos que el reto será mayor, pues antes de hacer cambios en nuestro entorno social, quizá debamos comenzar por hacer cambios/reorientaciones en nuestra visión/práctica.

Algunos enfoques sobre la Iglesia, que sirven de referencia para dialogar y establecer un marco conceptual:

Desde un enfoque Cristológico: Es la Comunidad formada por quienes profesan la fe en Jesucristo,  y los cuales voluntaria y conscientemente han elegido encarnar/reproducir sus propuestas éticas, aplicándolas en el contexto de su vida cotidiana.

Desde un enfoque Soteriológico: Es la Comunidad de fieles que han recibido en herencia las promesas divinas de Salvación y que representan aquí y ahora, la renovación de una humanidad constituida conforme a los designios divinos.
 
Desde un enfoque Misionológico: Es la comunidad elegida por Dios para ser embajadores y testigos de un Reino de Paz, comprometidos en promover la práctica de una equidad y justicia que devuelvan la dignidad a cada ser humano.

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